Francisco, papá

Cuando mis padres se separaron, yo aún era pequeña. Mi padre no quiso, o no supo estar ahi. Me llamaba con muy poca frecuencia, y mi madre tuvo que criarme ella sola, puesto que él no contribuía ni siquiera con lo que había firmado en el divorcio.

Aún así, mi madre siempre me habló bien de él y procuró que nos mantuviésemos en contacto.

Mi padre se hizo hippie y se fué a vivir a una comuna en la sierra de Aracena.

Cuando nos veíamos o hablábamos por teléfono, mi padre me decía que me quería mucho, que pensaba mucho en mi, pero que se encontraba muy mal y por eso me llamaba y escribía tan poco. En mi mente infantil, mi padre siempre me dió pena. Cuando me pidió que me fuese a vivir con él, lo hice por ese motivo.

Viví durante a penas 3 meses en la comuna, mi padre no se ocupaba de mí, y yo con 7 añitos me ocupaba hasta de lavarme la ropa a mano en el aroyo... La aventura terminó porque, mi madre, angustiada por no tener noticias míasrecorrió los muchísimos kilómetros que nos separaban y se presentó alli, y, claro, yo le pedí que me llevara con ella.

Cuando cumplí 18 años se comprometió a pasarme 300 euros para ayudarme un poco mentra estudiaba en la universidad; pues menos mal que yo siempre me h buscado bien la vida, porque el me fallaba un día sí, y otro también.

Durante muchos años, he vivido enfadada con mi padre, y no me e permitido sanar mi relación con él.

Ahora estoy dipuesta a hacerlo, comprendo que si se comportó así es debido a sus propias heridas, y que si no lo perdono, quien sufre ese enfado y ese rencor soy yo.

Como pasaremos las Navidades solas en Murcia, he decidido llamarlo y...va a venir con mis hermanos!!!

Maravillosa oportunidad, pienso aprovecharla...